sábado, 10 de noviembre de 2007

MÁS DE LO MISMO

POLÍTICO O LÍDER RELIGIOSO: Dícese de aquella “persona” cuyo medio de vida es crear y difundir ilusiones sobre una vida mejor y con estas esperanzas logra ganarse la confianza de muchos personas de manera que estas le dan parte de sus recursos con el objetivo que pueda realizar las esperanzas que promete.

Normalmente pocas veces consigue lo que promete y siempre dan excusas culpando a entidades abstractas, instituciones, o a otras personas. En la mayoria de casos el político es irresponsable con sus promesas por lo que se le puede considerar un buen gestor de ilusiones y mucho más como creador de excusas y mal gestor de recursos o planificador de proyectos.
Así pues las diferentes culturas y civilizaciones han estado siempre gobernadas por ilusionistas mentales que lo único que les interesaba era mantenerse en el poder o acumular más sin importarles ser malos gestores de recursos. La mala gestión de recursos hace que una civilización desaparezca y tambien su poder que tanto quieren defender.

Los líderes a largo plazo han demostrado que no cumplen con las esperanzas que prometen y que cada vez acumulan más poder con sueldos que se incrementan por encima de la media o hasta acumulan varios cargos, que suponen varios sueldos, que se hacen leyes a medida con condiciones mucho mejores que las personas a quien gobiernan como por ejemplo en España ciertos privilegios que tienen algunos políticos para cobrar las pensiones de jubilación o bien sólo tener la obligación de trabajar unas pocas horas a la semana, muy por debajo del español medio, pero con un sueldo muy superior o bien que buena parte de su trabajo consista en firmar documentos que ni se leen, hacer ver que escuchan en interminables reuniones, participar en algunas tertulias de bajo contenido intelectual o en muchos casos sin información pertinente para llegar a conclusiones útiles o bien pasearse en grupo en actos oficiales los cuales ellos consideran trabajo, gozar de cargos de responsabilidad pero no ser responsables de sus acciones consecuencias de lo que mandan a hacer a empresas subcontratadas. Si incumplen los plazos o el servicio es peor del prometido o bien en la ejecución del proyecto hay desgracias personales de vidas humanas la justicia les elude responsabilidad, el responsable suele recaer según la justicia en algun funcionario que se limitó a cumplir a rajatabla las ordenes de sus superiores. Sulen crear leyes cuando ocurren grnades desgracias, según ellos para que no se vuelva a repetir y no de manera preventiva todo estar alertados de los riesgos por la comunidad científica. Una vez creada la ley nadie vigila para que se cumpla, pues el cumplimiento de la ley en algunos casos supondria que ciertas empresas incurriesen en más costes, tuviesen menos beneficios, redujesen plantilla o pagasen menos impuestos, etc…Todo esa gestión inepta, como si de una película de los Hermanos Marx se tratase, conlleva que la masa a quien gobiernan sienta como mínimo apatía en el mejor de los casos, en algunos otros desprecio y en otros menos un odio exhacerbado.

A principios del siglo XXI la humanidad se enfrenta a graves problemas como consecuencia del sistema capitalista que requiere crecimiento más o menos continuado para mantener la paz social, lo que supone utilizar cada vez más recursos naturales. Como norma general los recursos naturales cada vez son más escasos, su precio sube y constriñe el bienestar social, tendiendo a convertir en bienes de lujo lo que antes eran bienes básicos elementales. Hasta hace poco la técnologia consiguió producir alimentos a gran escala a precios relativamente económicos para la mayoria del mundo desarrollado, así tambien en otros bienes. Pero el crecimiento de la población, la incorporación de empresas de paises en desarrollo en el comercio global y el crecimiento económico global ha aumentado la demanda hasta tal punto que la tecnologia actual se queda corta para producir lo que se demanda.
La dificultat para acceder a bienes báscos y dificultar cada vez más a otros bienes no escenciales como los del ocio genera descontento social. También preocupa la merma de prestaciones sociales o la pérdida de su calidad, tanto en servicios asistenciales como la baja calidad de obra pública o su deficiente mantenimieto. Los líderes que gobiernan son unos malos gestores las personas no confian en ellos y por ello muestran una alta abstención en las elecciones “democráticas”. Ante su ineptitud y pérdida del bienestar general es normal que sugran líderes radicales, fundamentalistas, con ideologías sin matices, contradictorias y métodos agresivos y poco respetuosos con ciertas personas como camino planificado según ellos para conseguir un bienestar social y personal.

Tanto los líderes conciliadores como los fundamentalistas tienen como objetivo ser ellos el centro de poder y atención. En el fondo no les interesa el bienestar social o la mejora de la persona en el presente o en el futuro, aunque esta forme parte de su ideología. Quieren sentirse superiores a la masa a quien gobiernan y tener privilegios. Como personas aspiran a ser semidioses en la Tierra y como más desigualdad haya entre ellos y las masa a quien gobiernan más realizados se sienten. Si fuese lo contrario muchas dictaduras y líderes democráticos invertirían más en investigación con el dinero público, hasta ellos saldrian beneciados de ciertos avances médicos, pero no les interesa porque la diferencia de clase social entre su posición y la masa podría reducirse y se sentirian menos semidioses. Su ego quedaria dañado. Lo que mueve a un gobernante es alimentar su ego mediante la diferenciación social ente el y sus subditos, si no fuese así el racionalismo y empirismo ya habría triunfado mucho antes como norma cultural. ¿Por qué se impuso el racionalismo y empirismo ante las ideologías religiosas? Sencillamente porque el pueblo creyó en si mismo y quiso estar por encima de sus gobernantes (reyes semidioses). La única forma de matar a dios era creer que dios es uno mismo o al menos que el hombre no está por debajo la categoria de Diós, confiando en uno mismo y en las senciones que palpa y observa. Pero hacía falta otra vez alguien que dirigiese a la masa, y para ello se confió en aquellos propietarios de los bienes naturales y de los financiaban: Empresas y bancos. Éstos para no asumir responsabilidades de manera directa delegaron la funcion enaltecedora de las masas a una nueva clase social llamada ahora políticos cuya función era crear ilusiones esperanzas. Para ello las personas habrían de volver a vender su vida, esta vez no a unas normas morales y de conducta según un dios, sinó a unas normas que les convertian en erramientas de trabajo del sistema capitalista. Vendieron su vida a la cultura del trabajo, a las empresas y a los bancos. En este proceso fueron introducidos ciertos ajustes de valores, ya que Diós dejaba de ser la autoridad superior a quien obedecer o quien gobernaba del dia a dia de la persona y que lo único que debe ser creido o aceptado es aquello que puede obtenerse prueba de su existencia mediante métodos científicos. Así la vida humana y su respeto ganó valor, aunque ésta desde el punto exclusivamente empírico la vida sólo sea una cadena de muchas reacciones químicas, con un principio y un fin, pero como no está probada su continuidad en alguna otra forma después de la muerte supone que la vida és única e irrepetible y por eso bajo el empirismo aumenta de valor. Esta valor sólo es variable y manipulable ya que cuando al poder le interesa acumular más poder no duda en fomentar una guerra y matar indiscriminadamente. Nunca antes en la historia de la humanidad la vida presenta habia tenido tanto valor. Por ejemplo desde el punto de vista histórico sorprende la voluntat de los gobernantes en querer integrar a los deficientes mentales o psiquicos en la sociedad o en el mundo laboral. Quizá porque así sus familiares pueden ser más productivos al disponer de más tiempo y no por motivos altruistas.
Así, con estos nuevos valores sociales, las empresas y bancos fueron acumulando cada vez más poder. Si no quieren perder el poder habran de invertir más en investigarción, pues la fuente principal del crecimiento económico y estabilidad social es la innovación tecnológica, que aumenta el ritmo de producción (crecimiento económico) y por ello estimula la inversión, cosa que no parecen querer reconocer los políticos de manera clara. Si deciden invertir en investigación es porque la gran empresa, la banca y sobretodo los economistas de prestigio les asesoran que este debe ser el camino a seguir si quieren mantenerse en el poder.

En el mundo capitalista las personas han vendido su voluntat y vida a las empresas y a la banca. Ejercer la propia voluntat o intentar mejorar socialmente con una empresa y unos “esclavos” que ayuden a conseguir los objetivos empresariales es un reto muy dificil de llevar a cabo con éxito. En España en parte por las dificultades de conseguir financiación, sobretodo si es un proyecto algo más grande que una microempresa y por otro la fuerte competencia de grandes multinacionales que se las ingenian para reducir costes y ser muy competitivas. El éxito empresarial, lo que los americanos llaman ser un ganador es ser excepcional. Triumfar en los negocios es anormal, mantenerse sin crecer o creciendo poco es ser bueno y fracasar no es ser malo sinó que teniendo en cuenta la competitividad es algo normal. Para ser lo que se llama un triunfador no se han de seguir las leyes, ya que una de las razones de su existencia es la estabilidad social, que todos sigan como estan y que no hayan cambios. Para ser un triumfador se ha de tener información privilegiada, contactos que faciliten actuaciones ilícitas de manera que no sean vistas o bien corromper con dinero u otros favores a ciertas personas, etc…Los triumfadores, a quien mucha gente admira, son buenos actores, delincuentes que hacen lo que la ley dice que no se debe, pero saben ocultarlo o bien ejecutarlo por otros sin dejar pista.

Así que los ciudadanos se encuentran con unos líderes que les explican cuentos que rara vez se cumplen, que le meten en problemas por ser malos gestores de los recursos o permitir maximizar beneficios a las empresas, la banca y consecuentemente un sistema impositivo que les favorezca, sin importarles las consecuencias en la población y por otro escasas salidas para que el ciudadano pueda conseguir una vida mejor. Ante esta situación opresiva es normal actitudes violentas como “La solución final” que adoptaron los nacis con los judios. El extermino judio fue una simple distribución de la riqueza y reestructuración de la estratificación social junto a una esperanza de un mundo mejor.

Así no es de extrañar que si al desencanto político se suman unas empresas o banca que solo ofrecen trabajo y carga financiera a cambio de nada el ciudadano tomará en masa su “solución final” con la clase política. Pero para unir a los ciudadanos en una solución final contra sus gobernantes hace falta una ideologia. Si esta ideologia no tiene dinero que la acompañe volveremos a una etapa gobernada por líderes religiosos y probablemente nuestra esperanza de vida y salud se reduzca. Si la ideologia biene acompañada de dinero (bancos y empresas, que muchas veces son lo mismo porque la existencia de uno esta condicionada a la existencia del otro) pero sin racionalismo es probable que la población se reduzca drásticamente, ya que estaremos delante de líderes beligerantes que identificaran el progreso como la expropiación de bienes y cultura de aquellos que consideran amenaza o enemigo. Si la idelogia viene acompañada de dinero y un extremo racionalismo, superior al que ahora hay, entonces nuestra esperanza de vida o calidada de vida podrá mejorar a la vez que se reducirá la desigualdad social medida como índice de Gini.

La falta de consciencia sobre la tomadura de pelo de los políticos, el crecimiento económico que solo genera beneficios a grandes empresas pero no mejora la calidad de vida de los ciudadanos quizá son causados por la gran industria del ocio que permite evadirse a las personas de la realidad, y los ciudadanos sintiendose indefensos y sin saber reaccionar aceptan consumir ocio para evadirse o no querer ver el mundo que tienen delante, donde la clase pobre y la media muy trabajadora ponen mucho esfuerzo pero no reciben casi nada a cambio, mientras los políticos, altos funcionarios, altos cargos de empresa y banca ganan cada vez más con menos esfuerzo.

A veces pienso que en el fondo si todos los gobiernos quisiesen podrían acabar con el problema de la droga, pero no interesa del todo, ya que los problemas sociales justifican la existencia de líderes, a la vez los ciudadanos perciben como una amenaza a los traficantes y a los probres consumidores de droga que a causa de su enfermedad adictiva se ven obligados a agredir a otros ciudadanos. Por lo tanto, así los políticos parecen ser unos benefactores y no una amenaza. De paso, los narcotraficantes invierten el dinero recaudado y hacen crecer la economía. Hace falta malestar para justificar la existencia de una fuerza represiva, que a la vez tambien sirva de herramienta disuasoria para regular la vida de los ciudadanos convirtiéndolos en ovejitas sumisas del sistema productivo.

Al mismo tiempo, para rebajar la ansiedad colectiva de la sociedad ante posibles amenazas o enemigos, hace falta una industria del ocio, para olvidar, para ser socialmente irresponsable. ¿Para qué querer ser responsable si los líderes políticos dicen ser nuestros papás que nos conduciran a un mundo mejor? Divirtámonos en ilusiones caras, no productivas ni socialmente benefactoras….